Lamentablemente, es muy común tener antojos de alimentos repletos de azúcares añadidos o ricos en grasas. En esta lista tan prohibida como suculenta entran los dulces, carbohidratos o alimentos grasos, procesados y/o salados. Esto quiere decir que, por lo general, nuestros antojos tienden a dirigirse hacia los alimentos con alto contenido calórico o de dudosa ética saludable.
Es difícil no caer en la tentación, para ello hay que tener las ideas muy claras, con una fuerte voluntad. También es importante el conocimiento sobre los nutrientes que aportan ciertos alimentos y las molestias que pueden ocasionar a nuestra salud otros menos beneficiosos. Este artículo te podrá servir para asentar las bases y decir adiós a los temidos antojos.
Recurre a alimentos más saludables
Es importante no saltarse las comidas, deberías planificar una rutina alimentaria saludable, a base de platos compuestos por ingredientes ricos en nutrientes. También puedes combatir el hambre entre horas con algún snack saludable o, mejor aún, piezas de fruta.
En caso de que no te guste ese tipo de comida más saludable y te niegas a hacer un esfuerzo, siempre puedes recurrir a la suplementación. Existen suplementos a base de picolinato de cromo, un ingrediente que ayuda a disminuir la ansiedad por los dulces. Antes de tomar suplementos alimenticios debes acudir a un especialista de la salud para que te guíe y te asesore.
Aumenta el número de nutrientes
A menudo, los antojos son una forma de exclamar que tu cuerpo tiene deficiencia de una vitamina o mineral en particular. Estas son algunas de las pistas de lo que tu organismo te está queriendo decir:
- Antojos de chocolate (dulces en general): Pueden indicar una necesidad de magnesio, que regula los niveles de glucosa e insulina y ayuda en los impulsos hormonales de alimentos.
- Bocadillos (salados): Es probable que tu cuerpo esté pidiendo a gritos (o rugidos de estómago) más nitrógeno.
- ¿Sientes unas ganas terribles de comer carne roja? Puede que vaya siendo hora de aumentar el consumo de hierro.
- Para los antojos de alimentos grasientos, quizás te haga falta un aumento de ácidos grasos omega.
Recuerdo que, tal y como hemos apuntado en el apartado anterior, otros nutrientes como la L-glutamina, el picolinato de cromo y el complejo de vitamina B también pueden contribuir al control de los antojos.
Cambia los antojos por otras alternativas
Probablemente este sea el punto más complicado, ya que sobre el papel todo es muy fácil y cómodo, pero cuando aprietan esos antojos es difícil cambiarlos por otros más saludables. Sin embargo, cuando hagas el esfuerzo las dos o tres primeras veces, a partir de la cuarta todo lo verás más sencillo e incluso rutinario.
Por ejemplo, si te apetece un helado, prueba en su lugar la deliciosa crema de frutas casera como la del plátano. También puedes reemplazar las hipnotizantes patatas fritas por unas ricas palomitas de maíz orgánicas. ¿Y qué hacemos con el deseo de chocolate? No abuses de él, pero opta preferiblemente por el gustoso chocolate negro. Para empezar el cambio lo más importante es imponerse estas metas desde el momento de la compra en el supermercado, ¡Evita los caprichos vacíos de nutrientes y llenos de calorías y azúcares!
Desarrolla hábitos saludables
El cuidado personal es fundamental para seguir una dieta completa, ya no solo para ayudarte a adelgazar, sino también para que tu cuerpo esté más sano y fuerte ante los patógenos externos, bacterias o cualquier gripe y lesión. Por lo tanto, practica deporte de forma regular y así harás que el apetito por los dulces mengüe.
Además, debes beber bastante agua durante el día, dormir las horas necesarias para que tu cuerpo descanse y respirar profundamente (meditación). Si no sigues todos estos consejos puede que el estrés se apodere de ti, lanzándote a un inevitable frenesí emocional por la comida.
Referencias
Tian H, Guo X, Wang X, He Z, Sun R, Ge S, Zhang Z. Chromium picolinate supplementation for overweight or obese adults. Cochrane Database Syst Rev. 2013 Nov 29;2013(11):CD010063.