Es normal que cuando hablamos de trastornos alimenticios, pensemos en la anorexia o la bulimia, pues son enfermedades que han afectado a un sinnúmero de personas a nivel mundial.
Sin embargo, en el presente post, hablaremos de otros trastornos similares que, si bien suelen pasar desapercibidos, están estrechamente relacionados con el peso corporal y afectan considerablemente la salud de quien lo padece. Veamos.
Diabulimia:
Patología manifestada por personas con diabetes tipo 1, quienes suelen reducir la dosis prescrita de insulina con el objetivo de bajar de peso. La insulina es la hormona encargada de controlar los niveles de azúcar, cuando ésta es escasa, el organismo bota la glucosa por la orina, generando un aporte menor de energía y por ende pérdida de peso.
Es imprescindible, el diagnóstico temprano de la enfermedad, de manera que se puedan contrarrestar los efectos a tiempo. Pues las mayores consecuencias ocasionadas por la diabulimia son: la extensión de la diabetes y la muerte.
Drunkorexia:
Consiste en dejar de comer para poder beber alcohol sin aumentar el peso. Las personas que lo padecen siguen una dieta extrema, a fin de compensar las calorías ingeridas al beber. Para ello, eliminan alimentos con aportes elevados de calorías o simplemente evitan comer durante largos periodos de tiempo.
Quien sufre de drunkorexia termina alcoholizado, sin mencionar que todo su cuerpo se deteriora notablemente.
Hiperfagia:
En este caso, la persona con Hiperfagia siente el deseo de comer aun cuando ha comido adecuadamente. Por lo general, come de manera exagerada y excesiva, lo que a su vez trae como consecuencia obesidad mórbida.
Es un trastorno ocasionado por problemas psicológicos o cambios hormonales. Por lo tanto, para solucionarlo es importante acudir a un médico, psicólogo o psiquiatra, de manera que al conseguir la causa y prescriba un tratamiento apropiado.
Ortorexia nerviosa:
Se trata de una adicción por la comida sana combinada con rutinas de ejercicios excesivos. Quien la padece, se obsesiona por consumir alimentos naturales, evadiendo las carnes, las grasas y alimentos procesados.
La ortorexia nerviosa resulta sumamente riesgosa para la salud, pues al deja de ingerir las proteínas que necesita el cuerpo, se producen problemas médicos como la anemia, problemas respiratorios o falta de concentración.
Permarexia:
Aunque no es una patología reconocida médicamente, expertos la consideran como desarreglo psicológico. La Permarexia se caracteriza cuando la persona sigue sin descanso una rutina de adelgazamiento, obsesionándose constantemente por las calorías que consumen.
Para complementar su alimentación utiliza suplementos vitamínicos y para no subir de peso consume productos diuréticos y con fibra.
Las consecuencias son el mal funcionamiento de las tiroides, hipoglicemia, úlceras gástricas, alteraciones nutricionales, etc.
Vigorexia:
Es la obsesión excesiva por desarrollar músculo. En este caso la persona se preocupa demasiado por su físico, lo que lo lleva a ingerir esteroides, practicar ejercicios por tiempo prolongado y consumir grandes cantidades de proteínas y carbohidratos.
La vigorexia puede producir lesiones crónicas por sobrecarga de entrenamiento, desgaste físico y efectos secundarios del consumo de esteroides.
Si sufres alguna de estas patologías, visita a tu médico y comentarnos como te ha ayudado, así otros podrán beneficiarse.