Antes de quedarte embarazada haces muchos planes e imaginas diferentes escenarios que muchas veces no cumplen con las expectativas. Una de las preocupaciones más sonadas antes, durante y después del embarazo es el control de peso. Te vamos a ofrecer una serie de consejos y pautas para evitar el sobrepeso, conseguir un equilibrio ideal y proteger la salud y nutrición de tu bebé.
Según las últimas investigaciones en el campo, es posible perder algo de peso durante el embarazo. Incluso puede llegar a ser beneficioso para algunas mujeres que sufren sobrepeso u obesidad extrema. En cambio, no es aconsejable, y podría ser peligroso, para las mujeres embarazadas que tienen un peso saludable.
La obesidad en el embarazo
El sobrepeso puede crear varios trastornos o problemas relacionados con la salud y el bienestar tanto de la madre como del bebé. Estos son algunos de los síntomas que podría sufrir una mujer embarazada que tiene un peso muy superior a lo recomendado:
- Nacimiento prematuro.
- Parto por cesárea.
- Afecciones cardíacas en el bebé.
- Diabetes gestacional en la madre, que se podría convertir en diabetes tipo 2 más adelante.
- Presión arterial alta en la madre.
- Apnea del sueño, y los achaques que esto conlleva en el día a día de la afectada.
- Coágulos de sangre, especialmente en las piernas. Y otras infecciones.
Cierra un plan para perder peso
Si estás en una situación descontrolada o necesitas perder peso para tener un embarazo y un parto saludable, lo primero que debes hacer es seguir una planificación constante y gradual. Asimismo, puede que sean necesarios una serie de cambios en tu estilo de vida.
Antes de tomar cualquier decisión que esté relacionada con tus hábitos de alimentación o rutinas, es conveniente consultar con tu médico. Un profesional de la salud se encargará de concretar el enfoque, dependiendo de los kilos que debas perder.
Probablemente, uno de los primeros consejos estará relacionado con la reducción de ingesta diaria de calorías. Esto es porque comer más calorías de las que quemas es la causa más común de aumento de peso. Por ello, antes de eliminar una cantidad concreta de alimentos en tu dieta, asegúrate de llevar un registro y calcular cuántas calorías consumes realmente.
Rutinas saludables en el embarazo
No debes tener miedo al ejercicio físico mientras estás embarazada. Obviamente, tendrás que olvidarte del deporte de riesgo o de alta intensidad, centrándote en otro tipo de actividades como la natación, el running, el yoga o la gimnasia en general (sin entrar en la zona de pesas).
Puede ser suficiente con 30 minutos de actividad al día. Si no estás acostumbrada y esto te resulta demasiado, puedes comenzar dividiendo los 30 minutos en bloques más cortos a lo largo de la jornada. Si estás pensando en quedarte embarazada, no dejes para el último momento la práctica deportiva, cuanto antes te pongas con ello, menos te costará durante el embarazo. Además, forma parte de un estilo de vida saludable en cualquier etapa de la vida, no tienes por qué esperar al embarazo.
¿Engordaré en el embarazo?
Claro que sí, y no estará (del todo) en tu manos la cantidad de kilos que cojas en este período. Debes tener en cuenta que la mayor parte de este aumento de peso ocurre en el segundo y tercer trimestre. Esto se debe a que el bebé también crece rápidamente a lo largo de los últimos dos meses de gestación. No es posible controlar el aumento de peso atribuido al bebé y a los elementos de apoyo como la placenta, por lo que es mejor abordar cualquier problema de peso al comienzo del embarazo.
Un estudio publicado en la revista Obesity ha reportado cierto éxito en la intervención del peso entre las mujeres embarazadas. Los investigadores encontraron que las mujeres que recibieron asesoramiento entre las semanas 7 y 21 de embarazo tenían menos probabilidades de aumentar de peso de cara al tercer trimestre. El mismo grupo de mujeres estudiadas también se benefició de las reuniones semanales del grupo de apoyo.
Conclusiones
Para la mayoría de las mujeres embarazadas, el control de peso es más seguro que cualquier forma de pérdida de peso significativa. A pesar de los beneficios de tener un IMC más bajo durante el embarazo, perder peso no es apropiado para todas las mujeres.
Parte de la preocupación proviene de los métodos tradicionales de pérdida de peso: reducción de calorías y ejercicio. Es importante vigilar tu consumo de calorías y hacer deporte durante el embarazo, pero llevar estas prácticas al extremo podría dañar al bebé. Tu médico será la persona idónea para ayudarte a tomar la decisión más segura para ti y para tu bebé.